Las lluvias ocasionadas por El Niño Costero ocurridas a inicios de año en Perú ocasionaron la pérdida y daños en varias viviendas, lo que provocó que muchas familias se vean afectadas y deban evacuar a albergues temporales. Han pasado casi tres meses y es momento que ellas retornen a casa y para ello se hace necesario que aquellas viviendas habitables tengan las condiciones sanitarias necesarias.

Esta semana se inician en Villa Batanes y La Encantada, Piura, acciones de limpieza de escombros, rehabilitación de ambientes habitables en las casas, nivelación y compactación de estos ambientes, desinfección y fumigación de hogares; así como de áreas e instituciones públicas.

Con la guía de Soluciones Prácticas se han formado grupos de 5 a 7 familias las cuales trabajarán de manera comunitaria en la rehabilitación de las viviendas. Para ello, recibirán capacitaciones en el manejo de escombros y residuos sólidos, en el uso de indumentaria de seguridad personal; en el manejo, mantenimiento y control de moto fumigadoras y moto compactadoras de suelos; en el rescate en caso de accidentes; y finalmente en conocer el protocolo de uso del seguro de vida en caso de accidentes.

Esta semana es una semana llena de esperanza y trabajo en conjunto que busca mejorar las condiciones de vida de muchas familias damnificadas en los recientes desastres.

Esta campaña comunitaria se inicia hoy lunes 19 de junio en las localidades de Villa Batanes y La Encantada con dos días de capacitación. Cuenta con el apoyo de los puestos de salud de cada comunidad y, en las acciones operativas, por la Gerencia de Medio Ambiente de la Municipalidad Provincial de Chulucanas.

La meta es propiciar el retorno de 531 familias de las localidades de Villa Batanes, La Encantada (Chulucanas), Cuatro de Mayo (Castilla) y La Huaquilla (Morropón).

Soluciones Prácticas lleva a cabo el proyecto “Respuesta emergencia agua y saneamiento en Piura” gracias al apoyo financiero de la Fundación Poul Due Jensen, quienes financian proyectos de agua potable sostenibles, resilientes y asequibles en comunidades rurales pobres de los países en desarrollo y en campos de refugiados olvidados del mundo.