En el marco del concurso familiar “YANANTIN KALLPACHAKUSUN SASACHAY PACHAKUNAPAQ” – “JUNTOS NOS FORTALECEMOS PARA TIEMPOS DIFÍCILES”, iniciativa impulsada por PREDES con el apoyo financiero de BROT; se están promoviendo nuevas iniciativas para asegurar el alimento de las familias de la comunidad de Sacaca en tiempos de cambio climático, en la región del Cusco. Con el objetivo de mejorar la seguridad alimentaria, se ha impulsado la construcción de secaderos solares para facilitar la deshidratación de tubérculos andinos, hortalizas y carnes.

Desde tiempos ancestrales, las comunidades andinas del Cusco han transformado los alimentos utilizando técnicas tradicionales. Un claro ejemplo de esto es la transformación de la papa en chuño y moraya, un proceso que depende de las fuertes heladas típicas de la región. Sin embargo, el cambio climático ha alterado estas condiciones, reduciendo la intensidad de las heladas y afectando la capacidad de las comunidades para llevar a cabo estas prácticas tradicionales. La percepción generalizada entre la población es que, debido a esta disminución en la intensidad de las heladas, la papa y otros tubérculos se malogran y no pueden ser transformados como antes.

Estas prácticas tradicionales son vitales para asegurar el alimento de las familias campesinas alto andinas durante épocas de escasez. En respuesta a los desafíos que plantea el cambio climático, se ha promovido la deshidratación de tubérculos andinos precocidos y secados al sol, una técnica que ha sido bien recibida en las comunidades locales. Este año, se ha dado un paso más allá al fomentar la construcción de secaderos solares con materiales locales, facilitando no solo la transformación de tubérculos, sino también de hortalizas y carnes de cuy, gallina y pavo. Es una forma de aprovechar la radiación solar y el viento para la transformación de alimentos.

Además, estas actividades han ido acompañadas de prácticas de almacenamiento seguro, ordenado y limpio, que garantizan la calidad y la seguridad de los alimentos deshidratados. Esta experiencia ha demostrado ser una práctica potencial para ser adoptada por las municipalidades locales, en su esfuerzo por promover la seguridad alimentaria y fortalecer la resiliencia de las comunidades frente a los efectos del cambio climático.

Con estas iniciativas, la comunidad de Sacaca está liderando un camino innovador hacia la seguridad alimentaria, demostrando que la adaptación a nuevas circunstancias puede ser una oportunidad para fortalecer tradiciones y mejorar la calidad de vida de sus habitantes.