20 de julio, 2017

Vivienda temporal da paso a la reconstrucción

A casi tres meses de la emergencia por El Niño costero, 25 familias damnificadas de Paiján y Casa Grande en La Libertad, dejaron las carpas para trasladarse a un módulo de vivienda temporal. De esta manera iniciaron una nueva etapa en la reconstrucción de sus vidas, superando con dignidad la tragedia de haberlo perdido todo.

En La Arenita se vive un nuevo comienzo

CollageSoniaHoyos

Rosita se ha convertido en el símbolo de la lucha por la vida en La Arenita. Su joven madre, Sonia, estaba en los días de dar a luz cuando se desató el huaico que arrasó con las viviendas del margen del Río Seco. Todos los preparativos para recibir a su pequeña se los llevó literalmente el agua. Como todos los pobladores buscaron asilo en las partes altas. La Arenita de Paiján, que ya hace 20 años había pasado por lo mismo, los acogió.

Dos semanas después, alojada en una carpa en medio del arenal, sin más pertenencias que lo que la gente les había donado, Sonia supo que el momento había llegado. La señora Marilú, alcaldesa vecinal de La Arenita, pidió una colecta entre los vecinos para trasladar a Sonia al hospital regional de Trujillo. La angustia fue mucho peor cuando Sonia supo que su pequeña había nacido con una malformación en sus intestinos. Rosita fue intervenida dos veces, fueron momentos muy duros de los que finalmente salieron airosos como familia.

Vivienda temporal Yesmi

Yesmi es otra valerosa madre que nos develó el huaico. Se quedó solo con lo que tenía puesto, se sentía devastada al ver como el agua se llevaba años de esfuerzo, trabajando en el campo para sacar adelante, sola, a su pequeña Keylín. Un día después de la tragedia, Yesmi regresó a su vivienda a querer rescatar lo poco que hubiera quedado, grande fue su sorpresa cuando vio su casa depredada. Personas inescrupulosas habían ingresado a llevarse puertas, ventanas y hasta el techo de calaminas.

La angustia invadió a Yesmi y estuvo a punto de negarse a la vida, pero Keylín apareció para hacerla recapacitar. Ese no era el camino y tenía que ser aún más fuerte de lo había sido hasta ese momento. Yesmi abrazó a Keylín y a su abuelita Agripina, las tres aparentemente estaban solas en el mundo, pero pronto se dieron cuenta que no era así, que siempre hay esperanza y unidas podrían salir adelante.

 

Quinta La Gloria renace en El Olivar

CollageGina

Gina se enfrentó al dolor como nadie. El huaico le quitó al último de sus hijos. De un momento a otro, lo vio desaparecer en medio del torrente. Enmanuel de 15 años, sostenía un celular con el que se estaba comunicando con su mamá diciéndole que ya iba en su ayuda para salvar algunas pertenencias. Gina sintió morir, de echo a tres meses de la tragedia, manifiesta que el dolor siempre estará allí, pero ya aprendió a vivir con él.

Hoy Gina es capaz de regalarnos una sonrisa, se permite soñar con un nuevo comienzo en El Olivar, de Casa Grande. Cobijada en su vivienda temporal, siente que las cosas estarán mejor y que hay un futuro para su familia.

Vivienda temporal don Carlos

El mismo sentimiento, de que lo peor ya pasó, invade a la familia Ruiz Pérez. Don Carlos traía consigo una dolencia en sus piernas, a duras penas conseguía movilizarse en distancias cortas con unas muletas. El día de la tragedia, su esposa Juana y su hija Margarita clamaban por ayuda, fue rescatado con ayuda de los vecinos y trasladado hasta El Olivar donde se montó un albergue.

En ese arenal de vientos huracanados y noches de intenso frío, Don Carlos vio quebrantar aún más su salud. Necesita diálisis un vez por semana y ya no puede caminar, ni distancias cortas, pero se siente feliz de no tener que dormir más en el suelo. Ahora en su vivienda temporal siente que su familia estará protegida. Margarita acaba de ingresar a un instituto para estudiar contabilidad y sabe que no será sencillo, pero aprendió de su padre a no rendirse jamás.

 

Vivienda temporal es un cambio importante en la condición de damnificados

Cada módulo está construido a base de madera prensada en un área de 17.5mt2, cuenta con dos habitaciones, dos ventanas, una puerta, instalación eléctrica, alero y una letrina externa. Esta entrega es parte del proyecto de Ayuda humanitaria que Ayuda en Acción y sus socios Ciedi y Predes, ejecutan en La Libertad. Estos logros han sido posibles con el apoyo de padrinos y madrinas que colaboran con la fundación. Las personas naturales o empresas que deseen apoyar esta etapa de reconstrucción pueden visitar: www.ayudaenaccion.org.pe/emergenciaperu o comunicarse al T. (01) 2221414 y 2011440Son 25 familias, que han dado un paso gigantesco en la reconstrucción de sus vidas. Tener una vivienda temporal significa un salto emocional importante en su condición de damnificados. Lo perdieron todo con las inundaciones y huaicos, pero hoy tienen un punto de apoyo para levantarse del suelo y empezar de nuevo.

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