La falta de una cultura de la prevención se evidencia en el desastre ocurrido en San Ramón el 22 de enero
de 2007. En esta se aprecia la falta de la noción de una gestión integral de riesgo insertada en el desarrollo
por parte de las autoridades y de la misma población, que no asumen un rol más comprometido con este
tema, teniendo en cuenta la vulnerabilidad de buena parte de nuestro territorio.
En este caso particular, por ejemplo, parte de las inundaciones se ha producido por la negligencia de
algunas personas que han atentado contra la estabilidad ecológica al deforestar indebidamente las zonas
ribereñas de los ríos.