Representantes de los 43 Distritos de Lima, liderados por la Municipalidad de Lima Metropolitana, desarrollaron ayer un taller para definir los fundamentos de la propuesta de ordenanza para la creación de la Gerencia en Gestión del Riesgo de DesastreLima 16 de noviembre.- Representantes de los 43 Distritos de Lima, liderados por la Municipalidad de Lima […]
Representantes de los 43 Distritos de Lima, liderados por la Municipalidad de Lima Metropolitana, desarrollaron ayer un taller para definir los fundamentos de la propuesta de ordenanza para la creación de la Gerencia en Gestión del Riesgo de Desastre
Lima 16 de noviembre.- Representantes de los 43 Distritos de Lima, liderados por la Municipalidad de Lima Metropolitana, desarrollaron hoy un taller para definir los fundamentos de la propuesta de ordenanza para la creación de la Gerencia en Gestión del Riesgo de Desastre, los grupos de trabajo en la Gestión del Riesgo de Desastre y poner en marcha la política N° 032 de Gestión del Riesgo en el Perú.
Esta iniciativa, es parte de una consecuencia de talleres anteriores, donde se bosquejó el instrumento normativo municipal para la implementación de competencias en relación a la gestión del riesgo de desastre en los distritos. Dentro de la propuesta, se plantea la creación de una Gerencia en Gestión del Riesgo de Desastre – GDR que pueda tener autonomía, capacidad de decisión y se encargue de monitorear el funcionamiento de los grupos de trabajo y las plataformas de defensa civil en los gobiernos locales.
En ese sentido, se trabajó la estructura organizativa que debería tener la Gerencia GDR , la competencia que demanda este trabajo, el manual de organización y funciones – MOF y el Reglamento de Organización y Funciones – ROF que regirá su trabajo según lo establecido en la Ley N ° 29664.
Es clara la necesidad de desarrollar los componentes y los procesos de la Gestión del Riesgo de Desastre en el país, así lo comprende el Centro de Estudios y Prevención de Desastres – Predes que viene apoyando esta iniciativa desde la capital, considerando el abanico de riesgos al que estamos expuestos y la poca capacidad de resiliencia que existe en la población.
La Ley está dada, el trabajo es arduo y el compromiso está basado en la responsabilidad que tienen nuestras autoridades y organizaciones para velar por una calidad de vida sin riesgos.