Hoy en el diario El Comercio analizan cuánto se ha implementado a nivel nacional el Plan Nacional de Gestión del Riesgo de Desastres – Planagerd, tras su aprobación en el 2014.
Reto por delante
Para Gilberto Romero, presidente del consejo directivo de Predes, el Planagerd es uno de los principales instrumentos de la política nacional de gestión de riesgos que debe ser adaptado a la realidad de cada municipio. Para ello, los gobiernos locales deben contar con la asesoría del Ejecutivo y las regiones.
“Es fundamental que cada municipio tenga su mapa de riesgos y sus estudios de zonificación. Esto es la base para la planificación del territorio. En algunos municipios rurales, que no cuentan con ingenieros, deben pedir a su gobierno regional que los haga”, explica.
Agrega que, además del planeamiento, las autoridades edilicias deben afrontar la reubicación de las poblaciones asentadas en zonas altamente riesgosas, tomando en cuenta un enfoque multisectorial.
“El reasentamiento es algo costoso y se tiene que considerar las características de la población por beneficiar. Esto requiere de estudios antropológicos, económicos y sociales”, precisa Romero.